Pasamos la mayor parte de nuestra vida laboral tratando de producir resultados a través de la relación funcional. La forma en la qué gestionamos estas relaciones es a menudo la razón de nuestros mayores éxitos y fracasos, nuestras mayores alegrías y nuestros mayores frustraciones.
Nos entrenamos intensamente para dominar nuestras habilidades técnicas y de proceso y, sin embargo, dejamos nuestra competencia relacional a merced de nuestros hábitos e instintos, es decir, al amateurismo.
Hoy más que nunca, las relaciones con los clientes, equipos, proveedores, accionistas... son un factor crucial de productividad y satisfacción para todos aquellos que dirigen, gestionan, venden y negocian.
Por eso, para ellos la forma en la que preparan, abordan, conducen y hacen producir las relaciones con sus grupos de interés es determinante en:
✅ Los resultados que producen
✅ El tiempo y el esfuerzo que invierten
✅ El bienestar de las partes
✅ La calidad de las relaciones
✅ La imagen que proyectan de la organización
A todo esto lo llamamos inteligencia relacional y lo entrenamos con una herramienta propia: La Disciplina Interactifs©
